La vida privada del emperador.


Hace unos meses encontré La vida privada del emperador, de Almudena de Arteaga, en un rastro y, aunque no suelo leer libros de este tipo, decidí adquirirlo porque se centra en la interesante figura del emperador Carlos I. Publicada en 1999, esta breve novela histórica está narrada desde el punto de vista de Leonor de Austria, hermana de Carlos I y reina de Francia tras su enlace con el poco honorable Francisco I. De este modo, la reina Leonor relata los acontecimientos que jalonaron la vida de su hermano, quien siempre persiguió la creación de una Universitas Christiana. Aunque, más que relatar, lo que la narradora hace es mencionar dichos hechos históricos para centrarse, tal y como indica el título, en trazar el perfil humano del emperador.

 

 


 

Así, encontraremos a un Carlos I que, en su adolescencia, destacó por su atractivo físico y su carácter jovial; que nunca se amilanó ante las dificultades, sino todo lo contrario; que destacó por su gran inteligencia y su soberbia habilidad como estratega; que fue un esposo abnegado y cariñoso para Isabel de Portugal; y que luchó, por encima de todo, por defender la cristiandad. Leonor también incide en la cara menos amable del poder, aquella en la que los miembros de la familia real son vistos como una suerte de piezas de ajedrez desprovistas de toda preferencia personal. Y es que, en definitiva, las luchas de poder son una constante sobre este gran tablero de ajedrez que es el mundo, en el que es necesario establecer estrategias y alianzas para no desfallecer. Los miembros de la Casa de Austria bien sabían todo esto, por lo que no dejaron de practicar una política matrimonial harto ventajosa para la dinastía y de la que la propia narradora sería una víctima. En este sentido, el libro muestra la impotencia y la tristeza que siente Leonor de Austria cuando debe renunciar al verdadero amor para contraer matrimonio con Manuel I de Portugal y, posteriormente, con Francisco I, enlaces que la convirtieron en una monarca itinerante al servicio de los intereses de Carlos I

 

 

El libro se lee fácilmente debido a su sencilla prosa y a su articulación en capítulos de muy breve extensión. Sin embargo, me pareció una novela muy superficial, sin una trama ficcional atrapante y en la que tanto los hechos históricos como la figura del emperador están tratados muy sucintamente, pues se menciona todo pero sin ahondar en nada. Bien sé que La vida privada del emperador no es un libro de historia, sino una obra de ficción, pero me esperaba un escrito de mayor enjundia dada la importancia del gran gobernante que fue Carlos I y lo apasionante que fue la época del Imperio español.

 

 


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